MADRID,
El gobierno socialista en España está proponiendo una ley que, de ser aprobada, cambiaría la categoría de "resto humano" para excluir los despojos de niños no nacidos abortados, y reducir así la presión de la opinión pública sobre las clínicas abortistas.
Actualmente, el Reglamento de Policía Sanitaria Mortuoria considera a los restos humanos procedentes de abortos como "cadáveres": lo que exige que sean trasladados en un vehículo de un servicio funerario con las condiciones adecuadas, y con el destino general que tiene todo cadáver: el cementerio para su incineración o entierro.
El anteproyecto de ley presentado por los socialistas modificaría este reglamento para excluir del concepto de "resto humano" a los niños no nacidos de hasta 28 semanas de gestación.
Las organizaciones de defensa de la vida han señalado que, con el desarrollo de la ciencia, el antecedente de personas que han sobrevivido fuera del vientre materno a las 28 semanas o menos va en aumento. Al respecto, señalan el reciente caso de la niña Amillia, nacida con 22 semanas en Estados Unidos.
Si la nueva ley es aprobada, los restos de niños no nacidos que se acercan al séptimo mes de gestación pasarán a ser "basura", desechable o "reciclable", según dispongan las clínicas abortistas.
Según las estadísticas del Ministerio de Sanidad, más de 12 mil abortos se produjeron entre la semana decimotercera y la semana 29.