VATICANO,
Al retomar en la catequesis de este miércoles la figura de San Agustín de Hipona, el Papa Benedicto XVI destacó que quien está lejos de Dios está lejos de sí mismo, como revela la experiencia de este gran santo.
El Pontífice comenzó recordando la Carta Apostólica que el Papa Juan Pablo II dedicó al Santo de Hipona, Agustinum Hipponensem, y señaló que próximamente abordará el tema de la conversión en San Agustín, para centrarse en esta ocasión en el diálogo entre fe y razón, "tema determinante en la biografía" del Santo.
"Todo el itinerario espiritual e intelectual de San Agustín representa un modelo válido también hoy en la relación entre fe y razón, un tema no solo para los creyentes, sino para todo ser humano que busca la verdad, tema central para el equilibrio y el destino de todos. Estas dos dimensiones -fe y razón- no se deben separar ni contraponer, sino que deben ir juntas", señaló el Pontífice.
Benedicto XVI recordó en este contexto las dos fórmulas agustinas "que expresan esta coherente síntesis entre fe y razón: 'crede ut intelligas' (cree para comprender); creer abre el camino para entrar por la puerta de la verdad; y también, de modo inseparable 'intellige ut credas' (escruta la verdad para poder encontrar a Dios y creer)".
"La armonía entre fe y razón significa, sobre todo, que Dios no está lejos de nuestra razón y de nuestra vida; está cerca de cada ser humano, cerca de nuestro corazón y cerca de nuestra razón si realmente nos ponemos en marcha", agregó.
El Papa señaló luego que "la presencia de Dios en el ser humano, profunda y al mismo tiempo misteriosa, puede ser reconocida y descubierta en nuestro interior" y recordó la famosa frase de San Agustín al inicio de "Las Confesiones": "Nos has hecho, Señor, para ti y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti".