VATICANO,
En el Mensaje por la Cuaresma 2008, el Papa Benedicto XVI invitó a los fieles del mundo a centrar su atención en la caridad, específicamente en la generosidad material a favor de los necesitados.
En el mensaje titulado “Cristo se ha hecho pobre por nosotros” (2 Cor 8,9), que por ahora la Santa Sede solo ha hecho disponible en italiano, el Pontífice recuerda los medios que acompaña tradicionalmente al cristiano en el tiempo de Cuaresma "en el proceso de renovación interior: ellos son la oración, el ayuno y la limosna".
"Este año -prosigue-, en el habitual Mensaje cuaresmal, quiero detenerme a reflexionar sobre la práctica de la limosna, que representa un modo concreto para salir al encuentro de quien se encuentra en necesidad, y al mismo tiempo, un ejercicio ascético para librarse del apego a los bienes terrenos".
El Pontífice destaca que la limosna "nos ayuda a vencer esta constante tentación, educándonos a salir al encuentro de la necesidad del prójimo y a compartir con los otros cuanto poseemos por bondad divina.
El Papa recordó que "no somos propietarios sino administradores de los bienes que poseemos: ellos por tanto no son considerados como propiedad exclusiva, sino como medios a través de los cuales el Señor llama a cada uno de nosotros a hacerse transmisores de su providencia hacia el prójimo".
Benedicto XVI subraya también en el mensaje la necesidad de responder al pedido de las mayorías que padecen hambre y necesidad. "Con mayor elocuencia suena el llamado al compartir en los países cuya población está compuesta en su mayoría por cristianos, siendo aún más grave su responsabilidad frente a las multitudes que sufren en la indigencia y el abandono".