ROMA,
El sacerdote Michael Kamau Ithondeka, de 41 años, fue asesinado el sábado en la mañana por un grupo de jóvenes armados en la diócesis de Nakuru. El Padre Kamau era vicerrector del Seminario Mayor San Matías Mulumba en Tindinyo.
El presbítero se convirtió en una nueva víctima de la violencia interétnica. Los jóvenes portaban armas rudimentarias y lo atacaron hasta matarlo a pesar de los pedidos de clemencia del sacerdote. Según testigos, el grupo reclamaba venganza por la muerte de uno de sus miembros.
En los últimos días, unas 51 personas han muerto en Nakuru por la ola de violencia desatada tras la masacre de algunos miembros de la comunidad de Kikuyu.
Presuntas pandillas de Kikuyu han tomado el pueblo y se estima que unos seis grupos de mil personas armadas realizan ataques en varios puntos del lugar. Los negocios permanecen cerrados y no hay transporte público.
Cientos de personas han sido desplazadas y buscaron refugio en cuatro parroquias católicas.
La muerte del Padre Kamau ocurrió en medio de las amenazas contra los agentes pastorales católicos que trabajan en Kikuyu. En la localidad vecina de Eldoret, dos sacerdotes escaparon de la muerte la semana pasada cuando una pandilla atacó su residencia de noche.