El Padre Thomas J. Euteneuer, Presidente de Human Life International (Vida Humana Internacional), felicitó esta semana a Mons. Robert C. Morlino, Obispo de Madison, en el estado de Wisconsin (EE UU), por su carta a la legislatura de ese estado, en la cual señalaba la ilegitimidad del grupo abortista autodenominado "Católicas por el Derecho a Decidir" (CDD).
Pocos días atrás, la CDD había dirigido una carta "confidencial" a los congresistas estatales para impedir la introducción de una cláusula a favor del derecho a la objeción de conciencia a una ley que pretender convertir en obligatoria la distribución de la "píldora del día siguiente".
La cláusula, impulsada por los obispos del estado, protegería a los profesionales de la salud de ser obligados a suministrar el fármaco abortivo contra su conciencia.
La CDD envió la carta subrepticia a los congresistas presentándose como los "verdaderos" representantes de la Iglesia Católica, señalando que la conciencia de los católicos no podía estar por encima del supuesto "derecho" de las mujeres a abortar.
Enterado de la maniobra de la CDD, Mons. Morlino, uno de los más enérgicos defensores de la vida, aclaró a los congresistas que la CDD era un organismo que no solo no representaba a la Iglesia, sino que había sido declarada oficialmente por el Episcopado norteamericano como una organización no católica y completamente ajena a la Iglesia.
"La CDD es, prácticamente hablando, una extensión del lobby del aborto en EEUU y a través del mundo. Es un grupo de propaganda a favor del aborto. Recibe financiamiento de una serie de poderosas fundaciones que tienen mucho dinero, la mayoría de ella de EEUU, para promover el aborto como método de control demográfico", escribió Mons. Morlino a la legislatura del Wisconsin.