BARCELONA,
Tras el escándalo de centros abortivos en Barcelona y Madrid y tras el anuncio del PSOE de un debate sobre la modificación de la actual legislación del aborto en vistas a las próximas elecciones, la Delegación Diocesana de Pastoral Familiar de Barcelona recordó que "una ley permita tal acción no implica que ésta sea moral, es decir, que sea una acción conforme a la dignidad y racionalidad de la persona humana".
A través de un comunicado, la delegación familiar afirma que "el hombre no tiene derecho a interrumpir la vida" y señala que el aborto "significa un fracaso para la futura madre" y "para el feto".
Sobre la vigente legislación del aborto en el país, el comunicado constata que "no se tiene en cuenta la parte más débil, la del feto", ni "su "status" de derecho a la vida", y aclara que con el término "interrupción del embarazo", es como si "se quisiera esconder la dura realidad del ejercicio de un acto violento que provoca la muerte de un ser vivo".
"Se habría de ofrecer a las mujeres en los momentos difíciles de la duda y con anterioridad a tal decisión un acompañamiento personal", expresan los delegados que afirman que la sociedad actual "tiene suficientes medios de respuesta personal, social y espiritual para ayudar a encontrar y redescubrir la grandeza del servicio a la vida, por encima de la difícil situación y a la vez fácil recurso al aborto".
"Hay casos de difícil solución, pero estos no deben solucionarse mediante la provocación de otra injusticia", asegura.
Por último, reconoce que "la Iglesia no es una instancia política" pero "ofrece al mundo lo que piensa desde la palabra y desde el testimonio, convencida que hace una aportación a los valores humanos y al sentido y valor de la vida humana".