MADRID,
El Embajador de España en el Vaticano, Francisco Vázquez, cuestionado por sus críticas a los obispos españoles cambió de tono este lunes y abrió una brecha en la ofensiva unánime que desde el PSOE y el Gobierno se ha lanzado en respuesta a la manifestación "Por la Familia Cristiana" celebrada el pasado 30 de diciembre.
Según el diplomático, esa concentración recibió "una respuesta desmesurada por sectores empeñados en una cruzada anti-Iglesia" y que algunas manifestaciones, como la del Secretario de Organización del PSOE, José Blanco, fueron fruto de "un calentón".
Francisco Vázquez, en declaraciones a Onda Cero, consideró que hubo ciertas declaraciones de dirigentes del PSOE, como las del número dos de los socialistas, tras la concentración del 30 de diciembre que fueron fruto de "un calentón" y de "excesos verbales".
Después de aquel acto en Madrid, José Blanco llegó a decir que le gustaría que el Papa le explicara el concepto de familia tradicional, porque "igual entiende por familia tradicional que la mujer se quede en casa y con la pata quebrada", al tiempo que consideró que a "algunos miembros" de la jerarquía eclesiástica "no les vendría mal" evolucionar.
El Embajador se definió a sí mismo como "una persona moderada", pero dejó claro que "las expresiones políticas que en aquel acto se dijeron, requerían una respuesta política".