KÖNIGSTEIN,
Tras el viaje de la organización internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada a Haití, esta asociación ha puesto sobre el tapete las urgentes necesidades materiales que esta nación tiene debido a la extrema pobreza y miseria en que vive.
El viaje de tres semanas, liderado por el Jefe de la Sección de Proyectos de AIN para América Latina, Xavier Legorreta, sirvió también para alentar 60 proyectos de ayuda, incluido el de paneles solares para obtener energía en un país en donde la electricidad también escasea, construcción de iglesias, capillas y centros educativos, además de una maternidad en la capital Puerto Príncipe, explica John Pontifex, también de AIN.
Legorreta señaló que "la única forma para empezar a ayudar a la gente de Haití es compartir su sufrimiento. Solo de esa forma se puede comenzar a amarla y entender sus necesidades. Hablando con tanta gente –obispos, sacerdotes, hermanas y laicos– el mensaje que recibimos era el mismo: se sienten completamente olvidados e incluso rechazados por el mundo".
Tras explicar que AIN está viendo los medios para sostener los muchos seminarios de Haití, lo que en una nación de ocho millones de católicos lo convierte en el país más rico en vocaciones del mundo, Xavier Legorreta indicó que el colapso de valores morales en un país arrasado por la pobreza y el continuo caos político y económico, es un severo problema.
Luego de comentar que para los obispos la formación del clero es una prioridad, Legorreta destacó que sus necesidades espirituales a veces se ven sobrepasadas por la lucha cotidiana por responder a sus necesidades materiales.
El Jefe de Proyectos para América Latina dijo también que debido al pobre servicio postal, el mal servicio telefónico y la escasez de computadoras y otros equipos de oficina, la única forma de recibir los pedidos para la financiación de proyectos era visitar el país. "Luego de tres semanas viajando por el país, puedo decir honestamente que solo vi cuatro semáforos funcionando", añadió.