MADRID,
En medio de un encendido debate en España tras la jornada "Por la familia", el Arzobispo de Valencia, Cardenal Agustín García-Gasco, afirmó que "una sociedad sin familias, o con familias confundidas y debilitadas, es una sociedad continuamente expuesta a la violencia" y que por ello "invertir en vida familiar sana es la mejor apuesta por la paz estable y duradera".
En su carta semanal titulada "La familia, comunidad de paz", el Purpurado asegura que "el estrato más profundo de una cultura de la paz ha de buscarse en la educación familiar" en la que Dios juega un papel "decisivo". "Poner en Dios el origen y la meta de la vida de las personas y de los pueblos es una verdad con consecuencias decisivamente favorables para que todos los seres humanos vivamos con paz y dignidad", precisa.
"Olvidar o silenciar a Dios de la convivencia humana nada ayuda a la hora de poner en sólidos fundamentos el anhelo de paz que todos llevamos", añade el Cardenal que participó en el evento que el pasado 30 de diciembre reunió a casi dos millones de personas en Madrid.
Familia humanizadora
El Cardenal García-Gasco señala que "la familia es crucial para la educación de las personas en su verdadera dignidad y en su armonía con los demás" pues, para comenzar, es el "lugar primario de humanización de la persona", dado que "los seres humanos estamos llamados a desarrollar una biografía personal insustituible e irreemplazable".