MADRID,
El Arzobispo de Granada, Mons. Javier Martínez, manifestó su legítima discrepancia con la sentencia en su contra dictada por un juzgado en lo penal local y reiteró su inocencia respecto a la acusación de coacción e injurias en su contra formulada por un sacerdote de su arquidiócesis, al tiempo que anunció que interpondrá contra la sentencia los recursos que le permite el ordenamiento jurídico.
En un comunicado hecho público hoy, el Prelado manifiesta respetar “escrupulosamente” las decisiones de los tribunales de justicia y confiar en la Administración de Justicia. Sin embargo, añade, “debo manifestar también que discrepo legítimamente de la Sentencia”.
“Reitero que soy inocente del delito y de la falta por los que he sido condenado, y anuncio que interpondré contra la Sentencia los recursos que el ordenamiento jurídico me permite para defender mi inocencia”, explica respecto al juicio que se le ha seguido por las acusaciones en su contra formuladas por el presbítero Francisco Javier Martínez Medina.
Tras agradecer a todos aquellos que le han expresado su apoyo durante “todo este doloroso proceso”, el Prelado recuerda finalmente que “en el corazón de nuestra fe está el que todos los acontecimientos, incluso aquellos que nos resultan difíciles de comprender, forman parte de un designio providencial del amor de Dios para bien de todos los hombres, sin dejar a nadie fuera, y que Jesucristo viene siempre a nuestro encuentro en todas las circunstancias”.
“Por ello, vuelvo a suplicar a los católicos de Granada, y a otros que puedan conocer esta nota, que sigan rogando a Dios por la Iglesia, por el sacerdote que ha puesto la querella, y por mí mismo, para que también en estas circunstancias pueda resplandecer en todos nosotros el rostro salvador de Cristo”, concluye.
El titular del Juzgado de lo Penal número cinco de Granada, Miguel Ángel Torres, condenó al Arzobispo a pagar una multa de tres mil 750 euros por un delito de coacciones y una falta de injurias.