BUENOS AIRES,
El Obispo de Posadas, Mons. Juan Rubén Martínez, señaló que "la pobreza no se soluciona con ligadura de trompas u otros instrumentos contra la ecología humana, sino con mayor equidad y justicia social".
Así lo indicó el Prelado argentino al responder a una pregunta durante la reciente peregrinación jubilar a Loreto, sobre lo que se puede hacer para que las indígenas pobres "tengan menos hijos".
Tras precisar que en buscar la equidad "se pondrá en juego el bien común y la esperanza", el Obispo destacó la importancia que se le asigna a los pobres en el Documento Conclusivo de la V Conferencia General celebrada en Aparecida, Brasil.
"De nuestra fe en Cristo, brota también la solidaridad como actitud permanente de encuentro, hermandad y servicio, que ha de manifestarse en opciones y gestos visibles, principalmente en la defensa de la vida y de los derechos de los más vulnerables y excluidos, y en el permanente acompañamiento en sus esfuerzos por ser sujetos de cambio y transformación de su situación", dijo el Prelado argentino.
Asimismo indicó que "el servicio de caridad de la Iglesia entre los pobres es un ámbito que caracteriza de manera decisiva la vida cristiana, el estilo eclesial y la programación pastoral".
"El egoísmo y la falta del sentido del bien común están en la raíz de nuestros males. En este domingo de adviento la Palabra de Dios nos exhorta a que estemos prevenidos, porque el Señor vendrá a la hora menos pensada. Evidentemente nuestra sociedad necesita convertirse al bien común y a la justicia. La esperanza cristiana nos impulsa a sentirnos responsables para revertir el flagelo de la exclusión", finalizó.