VATICANO,
Al recibir hoy en el Vaticano a un centenar de Superiores Generales de las Sociedades Misioneras de Vida Apostólica, el Papa Benedicto XVI destacó la “vitalidad perenne de la vocación misionera de la Iglesia” y señaló que uno de los signos prometedores de su renovación en los últimos tiempos es "el deseo creciente de muchos hombres y mujeres laicos de cooperar generosamente en la ‘missio ad gentes’”.
Al dirigirse a los Superiores Generales que participan en un encuentro promovido por la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, el Santo Padre señaló que “esta asamblea es un testimonio elocuente de la vitalidad perenne de la vocación misionera de la Iglesia y del espíritu de comunión que une a los miembros de vuestras sociedades con el Sucesor de Pedro".
En su alocución, el Pontífice recordó a los participantes del encuentro que “la comunión con los sucesores de los Apóstoles sigue siendo el criterio y la garantía de los frutos espirituales de toda actividad misionera”.
El Papa observó que uno de los signos prometedores de la renovación de la conciencia misionera de la Iglesia en los últimos tiempos era "el deseo creciente de muchos hombres y mujeres laicos de cooperar generosamente en la ‘missio ad gentes’ y recordó que el Concilio Vaticano II recalcaba que "la evangelización es un deber fundamental para todo el Pueblo de Dios".
Asimismo, el Papa agradeció a todos los misioneros que "hoy como en el pasado dejan sus familias y sus hogares con el único objetivo de proclamar la Buena Nueva de Cristo y de servirlo en sus hermanas y hermanos", y que en muchos casos, "también en nuestra época, "han confirmado heroicamente su predicación derramando su sangre y han contribuido al establecimiento de la Iglesia en tierras lejanas".
No obstante una cierta disminución "en el número de jóvenes atraídos por las sociedades misioneras" y "una consiguiente disminución en el alcance de su actividad", el anuncio de la misión "ad gentes", está "solo comenzando", aseguró el Papa.