MÉXICO D.F.,
El Nuncio Apostólico en México, Mons. Christopher Pierre, afirmó durante la Misa de apertura de la 84º Asamblea Plenaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), que el desafío más grande que tiene la Iglesia en el país es ser verdaderamente un signo vivo de la presencia de Dios.
"Creo que el desafío más grande para esta Iglesia, es ser verdaderamente Iglesia, es decir, signo vivo de la presencia de Dios en la realidad humana, para anunciar el Evangelio al mundo de hoy con su cultura que cambia, como lo analiza con precisión el documento conclusivo (de Aparecida), y también como el Santo Padre lo subrayó en su discurso inaugural", expresó en la Eucaristía celebrada en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe.
Explicó que el mundo actual deja de tener cada vez menos puntos de referencia y tiende a valorizar "la indeterminación y el subjetivismo", haciendo que las personas escojan el rumbo de sus vidas "a partir de una experiencia subjetiva y de una libertad que no acepta ser orientada". Esto, afirmó, nos exige reproponer a las personas que el fundamento de su vida debe ser la experiencia del encuentro con Cristo.
La Iglesia en América Latina de "entrar en una actitud misionera para ofrecer a los hombres de hoy la verdad de la salvación que sólo Cristo, porque es Dios, nos trae", añadió.
Mons. Pierre reconoció que el reto es grande "en un mundo tentado por la indiferencia y el materialismo", y en el cual sectas y otros movimientos, con la pretensión de responder a las necesidades de las personas, reducen la persona de Cristo a un ídolo.
"La Iglesia será misionera si cada uno de sus miembros tiene una fuerte conciencia de la necesidad de anunciar el Evangelio donde vive para transformar la realidad y establecer el Reino de Dios", expresó.