BUENOS AIRES,
El presidente de la ONG Pro-Vida, Roberto Castellano, advirtió que lo ocurrido esta semana en Uruguay, donde el aborto se legalizó en el Senado, confirma la existencia de una estrategia para establecer una agenda organizada contra la vida humana en toda la región latinoamericana.
Según Castellano, lo de Uruguay –sumado a episodios similares en otros países- “revela que hay a nivel regional una presión concertada y sistemática para imponer una agenda contraria a la vida humana basada en la promoción de la anticoncepción, la liberalización del aborto, la esterilización quirúrgica y el desmantelamiento de la familia natural compuesta por varón y mujer mediante la equiparación de las uniones de personas del mismo sexo al matrimonio”.
“A lo sucedido en Uruguay hay que sumar los proyectos locales en igual sentido; a la despenalización otorgada por la Justicia colombiana, lo mismo que a la ley que en tal sentido se aprobara recientemente -también en votación dividida- en el Distrito Federal de México”, sostiene el experto.
También recuerda que en Chile existe “la política oficial de obligar a las farmacias a comercializar la píldora abortiva llamada ‘del día después’ como se hace en nuestro país. Otro tanto sucede en Paraguay con distintos proyectos similares al uruguayo y recientemente el presidente de Brasil Ignacio Lula Da Silva ha manifestado su intención de avanzar en el reconocimiento legal del aborto a pesar de hallarse los índices sociales de aceptación en su punto histórico más bajo”.
Para Castellano, la estrategia internacional anti-vida está probada con “la presencia y presión que la Federación Internacional de Planificación Familiar -IPPF por sus siglas en inglés- realizó con tal fin en Uruguay recientemente al igual que la asistencia que la Fundación Ford brindó a los grupos pro-aborto”.
“Son públicas las declaraciones que la responsable del ‘Área aborto seguro’ de la IPPF, Giselle Carino, realizara a la prensa celebrando la nueva decisión del Senado oriental. La IPPF tiene sedes centrales en Nueva York y Londres y es la principal proveedora de abortos mundiales a través de su red de clínicas abortistas en todo el planeta”, añadió.