VATICANO,
Al presidir la oración del Ángelus este domingo, el Papa Benedicto XVI destacó que el amor, actuando en el corazón del hombre, es la fuerza que renueva el mundo.
El Pontífice comentó el Evangelio presentado por la liturgia dominical, el pasaje de Zaqueo, y recordó que Jesús lo llamó desde el árbol donde el publicano se hallaba: “Zaqueo, baja ahora, porque hoy debo hospedarme en tu casa” (Lc 19,5).
“¡Qué mensaje en tal simple frase!”, exclamó el Santo Padre; y explicó “Jesús llama por su nombre a un hombre despreciado por todos. ‘Hoy’, sí, ahora mismo es para él el momento de la salvación”.
“‘Debo quedarme’: ¿Por qué ‘debo’? Porque el Padre, rico de misericordia, quiere que Jesús vaya a ‘buscar y salvar lo que estaba perdido’; explicó el Papa. “Una vez más el Evangelio nos dice que el amor, partiendo del corazón de Dios y operando a través del corazón del hombre, es la fuerza que renueva al mundo”.
Benedicto XVI recordó luego la memoria del gran santo italiano, cuya fiesta se recuerda hoy, San Carlos Borromeo, Arzobispo de Milán, a quien describió como el infatigable reformador que “puso en práctica el Concilio de Trento”, y que encabezó seis sínodos provinciales y once diocesanos; fundó seminarios para formar una nueva generación de sacerdotes; construyó hospitales y destinó las riquezas de la familia al servicio de los pobres; defendió los derechos de la Iglesia contra los poderosos”
“Su lema –agregó- consistía en una sola palabra ‘Humilitas’. La humildad lo impulsó como al Señor Jesús, a renunciar a sí mismo para hacerse siervo de todos”.