MOSCÚ,
El nuevo Arzobispo de Minsk (Bielorrusia) y hasta hace poco Arzobispo de Madre de Dios (Rusia), Mons. Tadeusz Kondrusiewicz, señaló que los ortodoxos rusos "pudieron habernos tratado mejor".
En conferencia de prensa, el Prelado se refirió a las actuales relaciones entre los católicos y los ortodoxos rusos, precisando que "en mis 16 años de servicio, nunca busqué que personas de otras religiones se convirtieran al catolicismo", saliendo al paso de algunas acusaciones de proselitismo que algunos líderes ortodoxos le han hecho a la Iglesia Católica.
"Estamos tratando de romper esta pared de problemas, y debemos poner a Cristo al centro de nuestras relaciones", alentó Mons. Kondrusiewicz; ya que la Iglesia Católica considera a la Iglesia Ortodoxa como "una iglesia hermana" con la que se han de unir esfuerzos para "dedicarnos a Cristo".
Los católicos en Rusia son una minoría de 600 000 en medio de una población mayoritariamente ortodoxa compuesta por 142 millones de habitantes.
Según informan algunas agencias, las autoridades rusas han estado emitiendo visas de solo un año o las han estado negando repetidamente para los religiosos y sacerdotes católicos que quieren entrar al país. Además, algunos líderes ortodoxos se oponen abiertamente a la presencia de católicos y otras religiones en el país.
Recientemente, la delegación de ortodoxos rusos que debía participar en el diálogo de la Comisión Mixta Católica Ortodoxa, decidió retirarse intempestivamente por razones de luchas internas de la comunidad ortodoxa.