MADRID,
El recientemente nominado Cardenal Arzobispo de Valencia, Agustín García-Gasco, aseguró que "está en marcha todo un proyecto para echar a Dios de la vida pública", y reiteró que "una corriente poderosa de laicismo radical pretende arrasar con las creencias religiosas y de modo particular con la fe cristiana".
Al presidir ayer en la Catedral de Valencia la Misa por la fiesta del Santo Cáliz, el Purpurado señaló que ante el "momento histórico difícil" que vive España se debe mirar a los "mártires por la fe en el siglo XX", cuyo testimonio "es una herencia que no se debe perder", sino que "se ha de transmitir como un perenne deber de gratitud que suscita un renovado propósito de imitación".
Recordando los nombres de algunos de los mártires, apuntó que así como fueron en su momento objeto de ignominia, "así sucede también en nuestros días", pues "a los que fueron víctimas inocentes, se les acusa otra vez de culpables".
Antes de entregar 23 réplicas del Santo Cáliz a parroquias de la diócesis, a un convento de religiosas dominicas, a la diócesis de Mallorca y a la Junta de la Semana Santa de Medina del Campo (Valladolid), el Cardenal García-Gasco indicó a los destinatarios que "no podemos permanecer indiferentes", sino que "es más necesario que nunca el testimonio valiente y humilde del Evangelio en todos los ambientes".
Tras la homilía, el Purpurado bendijo y entregó las réplicas que regala cada año "a aquellas parroquias que han destacado bien por haber restaurado sus templos o por haber celebrado algún aniversario especial", han indicado fuentes del Arzobispado a la agencia AVAN.
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