NUEVA YORK,
El Nuncio Apostólico Celestino Migliore, Observador Permanente de la Santa Sede ante la ONU, señaló este martes durante el debate en torno al desarme y la agenda de seguridad mundial, que detener la proliferación nuclear es urgente, pero debe lograrse mediante acuerdos pacíficos y no una acción militar.
En el marco de las crecientes tensiones producidas entre las potencias occidentales y el gobierno islámico de Irán a raíz del desarrollo de la capacidad nuclear de este último, Mons. Migliore señaló que la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA) "tiene un papel cada vez más importante". "La Santa Sede, como miembro fundador de la Agencia, sigue apoyando plenamente sus objetivos, convencida de que ésta juega un papel fundamental en promover la no proliferación de armas nucleares".
El Prelado destacó que "especialmente en este tenso momento de relaciones internacionales, el mundo necesita depositar su confianza en las investigaciones de la IAEA". "Todas las herramientas de la diplomacia deben ser usadas para desactivar las crisis concernientes a los intentos de algunos países de adquirir la capacidad de armas nucleares", agregó.
"La beligerancia por parte de cualquiera solo empeoraría la delicada situación y podría inadvertidamente llevar a una conflagración con un enorme sufrimiento adicional a una humanidad ya sobrecargada de los desastres de la guerra", advirtió Mons. Migliore.
El Prelado reconoció, sin embargo, que "por otro lado, el fracaso constante en llevar a una conclusión satisfactoria las negociaciones conductivas a una progresiva eliminación de las armas nucleares y de los planes para modernizar los actuales arsenales nucleares pone en peligro la viabilidad del Tratado de no proliferación".
"En un momento tan delicado como este, apelamos a todas las partes a mostrar la buena fe que el Tratado de no proliferación requiere para el avance de las negociaciones".