VATICANO,
Miles de peregrinos se dieron cita esta mañana en la Plaza de san Pedro para rezar el Ángelus Dominical con el Papa Benedicto XVI, quien al introducir la oración mariana explicó el Evangelio de hoy y recordó que solo el amor de Dios es capaz de curar la indiferencia, el odio y la violencia que tanto mal hacen al ser humano y a la sociedad.
El Santo Padre explicó que el Evangelio hodierno nos lleva a “pensar en dos grados de curación: uno, más superficial, que hace referencia al cuerpo; el otro, más profundo, que toca la intimidad de la persona”.
Asimismo hizo notar que “es la fe la que salva al hombre, restableciendolo en su relación profunda con Dios, consigo mismo y con los otros; y la fe se expresa con el reconocimiento”.
“Quien como el samaritano curado, sabe agradecer, demuestra que no cosidera todo como algo merecido, sino como un don que proviene en última instancia de Dios”, agregó.
Más adelante descató que la fe es justamente el “abrirse del hombre a la gracia del Señor; reconocer que todo es don, todo es gracia”.
También agregó que “la lepra que turba al hombre y a la sociedad actual es el pecado; son el orgullo y el egoísmo que generan en el alma humana la indiferencia, el odio y la violencia. Esta lepra del Espíritu, que desfigura el rostro de la humanidad solo la puede curar Dios que es Amor”.