LIMA,
Al presidir la Misa por las necesidades de la Nación ante la venerada imagen del Señor de los Milagros, el Arzobispo de Lima, Cardenal Juan Luis Cipriani, llamó a los peruanos a no tener vergüenza de su identidad católica, pidió garantizar una educación moral para los niños y jóvenes; y rezó por todas las víctimas del terremoto que sacudió el Perú en agosto pasado.
Desde la Catedral de Lima, que acogió a la imagen en un breve recorrido procesional, el Purpurado pidió que los valores que no se pierdan. “¡El valor de la vida, del matrimonio, de la juventud! ¡Haznos ese milagro!¡Que despertemos a ese urgente llamado de formar a la gente en valores!¡Honradez, veracidad, trabajo, respeto por el prójimo, respeto a la honra y al honor!”, indicó.
“Los grandes valores como la democracia, la libertad y la justicia se sustentan sobre valores más profundos. ¡Cuando faltan esos valores todo se cae! Por eso, la verdad, la honradez, el amor a los hijos, el amor a la familia, el respeto por los ancianos, por los enfermos y por los niños. El cumplir cada uno la misión que tiene encomendada, eso traerá esa paz y unidad que todos queremos para nuestro país”, advirtió.
El Arzobispo de Lima hizo un llamado al pueblo peruano para que sepa defender su fe. “No tengas vergüenza de que tu identidad católica se note. No ofendemos a nadie ni atropellamos a nadie; al mismo tiempo es un trabajo esforzado; pero la fuerza viene de Dios. Guarda este precioso depósito de la fe –refiriéndose a la devoción al Señor de los Milagros– que habita en los peruanos”, señaló.
El Cardenal Cipriani agradeció a Dios por la “sintonía morada” que se da en todo el país con ocasión del mes de octubre y recordó que el Señor de los Milagros es una devoción que identifica a los peruanos que radican en el exterior. Extendió su saludo y bendición desde la Basílica Catedral a todas las hermandades del Señor de los Milagros que hay alrededor del mundo.
“Cada año, al contemplar a este pueblo maravilloso acompañando al Señor de los Milagros, aprendo a tener más fe. Aquella mujer humilde, aquel hombre ya mayor, aquella familia, aquel enfermo. ¡Con qué ojos te miran, Señor! ¡Auméntanos la fe! Que no solamente sea en estos días, sino que vivamos con la seguridad de que estamos a su lado”, indicó.