VATICANO,
La Santa Sede pidió ante las Naciones Unidas no exagerar ni minimizar las evaluaciones científicas e incertidumbres que sobre el cambio climático se hacen en nombre de la política o ideologías y rechazó tanto la teoría que propugna la explotación desmedida del planeta sin atención a las repercusiones como la que considera al ser humano una amenaza para la Tierra olvidando las necesidades de la población.
En la 62º sesión de la Asamblea General de la ONU reunida bajo el tema "El futuro está en nuestras manos: cómo hacer frente al reto del cambio climático", el subsecretario para las Relaciones con los Estados, Mons. Pietro Parolin, indicó que éste es un “tema preocupante” que plantea deberes ineludibles y que la protección del ambiente es "una obligación moral" para todos.
Al señalar que los estudios científicos más fiables han demostrado la existencia de "un eslabón entre la actividad humana y el cambio de clima", Mons. Parolin precisó, sin embargo, que "los resultados de estas evaluaciones científicas y las incertidumbres aún presentes no deben exagerarse ni minimizarse en nombre de la política, de las ideologías o de los intereses, sino analizarse de forma que constituyan una base sólida para sensibilizar las conciencias y para establecer las políticas oportunas".
El representante de la Santa Sede calificó de "imprudente" la teoría de explotar al máximo el planeta, sin prestar atención a las repercusiones, "aduciendo una visión del mundo supuestamente basada en la fe". Por otra parte, cuantos afirman que "la Tierra es el único bien que tenemos y consideran que la humanidad representa una amenaza para ella", olvidando las necesidades de la población, ponen a los seres humanos "al servicio de una ecología inhumana".
Acción eficaz o futuro sombrío
Tras apuntar que “ningún país puede resolver por sí mismo los problemas relacionados con nuestro medio ambiente”, Mons. Parolin pidió anteponer la acción colectiva al interés personal.