MADRID,
El Arzobispo de Toledo, Cardenal Antonio Cañizares, rompió su silencio y sacó a la luz las “demasiadas” profanaciones ocurridas durante el último periodo en las iglesias de diversos pueblos toledanos y advirtió que el móvil de estos actos no es el robo, sino “un ataque a la libertad religiosa en su núcleo más íntimo”.
Así lo dio a conocer el Primado de la Iglesia en España a través de un mensaje leído en la Misa celebrada este domingo en la Catedral de Toledo, celebración en la que no participó el Arzobispo ni los obispos auxiliares, presentes en Fuensalida, en los actos de desagravio, expiación y reparación por la profanación del sagrario de la ermita de esta localidad toledana.
El Purpurado denunció en su escrito que últimamente en la Arquidiócesis de Toledo se han producido “varias profanaciones similares de robo y ultraje al Santísimo Sacramento”, asegurando que “son ya muy demasiadas, con todo, para que nos callemos”.
Según el Cardenal el móvil de las profanaciones no es el robo, pues objetos robados no tiene mucho valor, sino que “hay una clara intencionalidad que vulnera el respeto a lo más santo de la Iglesia y del mundo: Jesucristo”.
Se trata de “un ataque a la libertad religiosa en su núcleo más íntimo; un delito contra el derecho fundamental e inalienable de la libertad religiosa”, agregó el Purpurado.
Ibiza