SANTO DOMINGO,
La Conferencia Episcopal Dominicana emitió una nota en la que denuncia que “la ‘Interrupción Voluntaria del Embarazo’ (IVE) no es más que un falso e irresponsable eufemismo para disimular el crimen del aborto”, ante el proyecto de ley anti-vida que algunos sectores pretender aprobar en el país.
En el texto fechado el 20 de septiembre de 2007, los doce obispos dominicanos llaman la atención “sobre las presiones que ejercen Organismos Internacionales y algunas ONGs sobre nuestro Gobierno y los Legisladores. ¡No vendamos nuestra independencia, tan dolorosamente conquistada! No se debe olvidar que detrás de la práctica abortista hay un gran negocio. No hay que extrañarse, pues, de que se busque sobornar en este asunto”.
“Sabemos de estas presiones, pero les pedimos que no claudiquen ante el valor supremo de la vida, ya que lo fundamental es permanente y lo contingente es pasajero”, prosiguen.
Seguidamente, los prelados alientan a que “médicos, juristas, comunicadores, artistas, grupos profesionales, sindicales y madres, que tienen clara conciencia del valor inviolable de la vida y que sienten el imperativo moral de defenderla, cuidarla y protegerla, a que se pronuncien y se manifiesten a favor de la vida y en contra de la pretendida despenalización del aborto”.
Tras expresar la necesidad de “tomar conciencia de que la mejor defensa de la mujer y la solución a estos casos, no es el aborto, sino la búsqueda de soluciones responsables desde el punto de vista médico, jurídico, familiar y social”, los obispos recuerdan que “todos somos responsables de crear las condiciones de atención digna a las madres con embarazos no deseados y a las criaturas que de ellas van a nacer”.
Los prelados dominicanos también se dirigen a las mujeres que alguna vez han abortado y a quienes han colaborado con este infanticidio. A ellos les piden ser “ahora testigos excepcionales, haciendo un llamado a la defensa de la vida humana siempre y en cualquier circunstancia”.