VATICANO,
Al presentar durante la Audiencia General celebrada esta mañana en la Plaza de San Pedro la figura y pensamiento de San Juan Crisóstomo, el Papa Benedicto XVI destacó que al referirse al noviazgo y al matrimonio, este “Maestro de la fe” aseguraba que "los esposos bien preparados cierran el camino al divorcio”.
Tras su llegada en helicóptero al Vaticano desde su residencia estival de Castelgandolfo, a unos 20 kilómetros de Roma, el Santo Padre presidió en recinto vaticano ante miles de feligreses el acostumbrado encuentro de los miércoles en el que prosiguió con el ciclo de catequesis sobre los Padres Apostólicos.
El Pontífice recordó que este año se cumple el decimosexto centenario de la muerte de San Juan Crisóstomo, nacido en el 349 en Antioquía de Siria, al sur de la actual Turquía. “Llamado Crisóstomo, es decir, ‘Boca de oro’ por su elocuencia, se puede decir que vive todavía hoy a través de sus obras”.
Este santo presbítero, célebre predicador en las iglesias de su ciudad, señaló el Papa, es “uno de los Padres más prolíficos” por sus numerosos tratados, homilías –más de 700– , comentarios y cartas.
“No fue un teólogo especulativo. Transmitió la doctrina tradicional y segura de la Iglesia en una época de controversias teológicas suscitadas sobre todo por el arrianismo, es decir, la negación de la divinidad de Cristo", explicó el Pontífice.
Tras destacar que "su teología era exquisitamente pastoral”, pues en ella era constante “la preocupación por la coherencia entre el pensamiento expresado por la palabra y lo que se vive”, el Santo Padre afirmó este santo se preocupó asimismo de “acompañar con sus escritos el desarrollo integral de la persona, en las dimensiones física, intelectual y religiosa”.