MANAGUA,
Que Nicaragua haya resistido la presión del lobby abortista internacional y mantenga prohibido todo tipo de aborto es un ejemplo para el mundo y especialmente para los países pobres que enfrentan la misma presión. A esta conclusión llegaron tres expertos consultados por ACI Prensa.
Carlos José Gadea, diputado del Partido Liberal Constitucionalista, uno de los más de 60 parlamentarios que decidieron mantener sancionado el aborto en el nuevo Código Penal del país, aclaró que con su decisión no están “condenando a las mujeres” sino que les garantizan la mejor atención para madre y el bebé.
El aborto, indicó, “es un negocio más de los países ricos que mantienen como política la reducción de la población en países pobres” porque consideran que “los pobres son un problema en nuestro planeta”.
Por su parte, el ex Ministro de Familia nicaragüense Max Padilla, consideró que éste es un gran triunfo porque “las organizaciones abortistas, financiadas por las Naciones Unidas y los países nórdicos” presionaron con insistencia al gobierno para que se volviera a legalizar el aborto.
“En la Asamblea Nacional había un montón de personas que estaban pagadas por asociaciones abortistas, pero la mayoría de diputados no aceptaron el chantaje. Prevaleció la cultura de la vida, nuestra cultura, nuestro cristianismo y catolicismo”, indicó.
Para Padilla, “se ha dado un ejemplo de que no se debe tener miedo a los países que quieren inducir la cultura de la muerte. Ésta es una derrota para quienes promueven el aborto” gracias al incansable trabajo de los obispos, los cristianos de otras denominaciones, y los laicos que “estamos a favor de esta lucha y sobretodo de los diputados que no tuvieron miedo de decir sí a sus raíces, a su cristianismo, a su catolicismo, a la cultura de la vida y a todo lo que el país quería”.