MADRID,
En una entrevista concedida al semanario Alba, el Secretario General de la Federación Española de Religiosos de la Enseñanza (FERE), Padre Manuel de Castro, admitió por primera vez que la polémica asignatura Educación para la Ciudadanía (EpC) debería quedar fuera de todas las escuelas y pidió que las autoridades acepten las objeciones de los padres de familia que no quieren formar a sus hijos con “criterios morales no compartidos”.
Tras largos meses de sostener una posición ambigua y para algunos hasta condescendiente con el Gobierno frente al tema, el sacerdote declaró a Alba que le “gustaría que en los centros públicos se aceptaran las objeciones y que el ministerio diera marcha atrás”.
Aunque de Castro matizó que si bien el decreto del ministerio es “aceptable”, precisó que algunos de los libros de texto no lo son, por lo que comprender a los padres objetores, pide que sus objeciones sean aceptadas y manifiesta su deseo de que “el ministerio de marcha atrás”.
Según el sacerdote, la polémica se ha desatado por “tratar de introducir criterios morales que no son compartidos” y la EpC es un péndulo laicista frente a los momentos en los que “la moral católica se imponía e incluso era ley”.
“EpC se puede considerar como una imposición”, sostiene el sacerdote y al ser consultado sobre por qué no expresó estas ideas con claridad en el pasado, respondió que no se lo habían pedido.
De Castro cree que la escuela, no solo la católica, debe formar en valores, “pero en valores que sean compartidos y aceptados por todos, no meterse en berenjenales y tratar de inculcar criterios morales que no son compartidos sobre todo en estos temas referidos a la familia donde la sociedad española no sólo no comparte sino que además está en una situación beligerante”.