LA PAZ,
La Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), instó a los líderes políticos y sociales a "deponer actitudes intransigentes, medidas de presión y recursos violentos" para poder dialogar y encontrar solución al conflicto entre La Paz y Sucre, que se disputan ser capital del país y que ya está generando una escalada de violencia.
A través de un comunicado firmado por el Secretario General de la CEB, Mons. Jesús Juárez, el Episcopado advirtió que ya no se trata "de un problema entre departamentos sino de un problema nacional que afecta a todos", y que pone en juego "la convivencia pacífica y el proceso democrático".
Ante ello, los obispos pidieron al Gobierno "asumir su responsabilidad, no como mediador, sino como principal responsable y garante de las libertades ciudadanas y de la paz social de todos los bolivianos", pues, recordaron, "lecciones aprendidas de nuestra reciente historia advierten que no podemos dejar que las cosas lleguen a un punto de descontrol".
El Episcopado también exhortó a los líderes locales no hacer de la población un instrumento de presión porque se puede terminar "en enfrentamientos, incluso con pérdidas humanas".
"Un diálogo auténtico debe tomar en cuenta el respeto a las diferencias, la libertad de expresión legítima de las demandas de la población y la aceptación del debate como medio de solución", señalaron.
Luego de jornadas de protesta en Sucre, que en los últimos días dejaron cerca de 60 heridos, el Gobierno de Evo Morales convocó en Potosí a representantes de La Paz y Sucre para una ronda de diálogo, sin embargo, el comité cívico de esta ciudad se negó a asistir.