VATICANO,
El Papa Benedicto XVI animó a los capellanes de prisiones a “ayudar a los prisioneros a volver a descubrir un sentido a su vida, de modo que con la gracia de Dios, puedan reformar sus vidas, reconciliarse con sus familiares y amigos y, en la medida de lo posible, asumir las responsabilidades y deberes que les capaciten para llevar una vida recta y honesta en la sociedad”.
Al recibir este mediodía en Castelgandolfo a los participantes del 12° Congreso mundial de la Comisión Católica Internacional de los Capellanes de Prisión, que se celebra estos días en Roma bajo el lema “Descubre el rostro de Cristo en cada prisionero”, el Pontífice exhortó a los presentes a “ser heraldos de la compasión y del perdón infinitos de Dios”.
Seguidamente, recordó que las autoridades públicas deben estar atentas para evitar “todos los medios de castigo o corrección que socaven o degraden la dignidad humana de los prisioneros”, poniendo especial énfasis en no utilizar la tortura, que "no puede ser infringida en ninguna circunstancia”.
Tras explicar que este ministerio “requiere mucha paciencia y perseverancia” pues “ a menudo hay decepciones y frustraciones”, Benedicto XVI indicó que este apostolado “animará a otros en el ámbito de las comunidades cristianas locales a unirse a vosotros para realizar estas obras de misericordia corporales, de modo que se enriquezca la vida eclesial de la diócesis”.
“Asimismo, atraerá a quienes servís al corazón de la Iglesia universal, especialmente por medio de su participación regular en la celebración de los sacramentos de la Penitencia y de la Eucaristía", añadió el Papa.
El Pontífice también dijo en su mensaje que las instituciones judiciales y penales "deben contribuir a la rehabilitación de los transgresores, facilitándoles su paso de la desesperación a la esperanza y de la inestabilidad a la fiabilidad”.