GUATEMALA,
El Presidente de la Pastoral de Movilidad Humana de la Conferencia Episcopal de Guatemala (CEG), Mons. Rodolfo Bobadilla Mata, llamó a no ver las migraciones como un problema sino "como un gran recurso para el camino de la humanidad" y, por ello, afirmó que la Iglesia "sin fronteras" debe estar atenta para acoger a estas personas, forzadas a dejar sus lugares de origen para buscar un futuro mejor.
"La Iglesia, como Madre, debe sentirse a sí misma como Iglesia sin fronteras, Iglesia familiar, atenta al fenómeno creciente de la movilidad humana en sus diversas dimensiones", expresó el también Obispo de Huehuetenango en una Carta Pastoral con ocasión del Día Nacional del Migrante, que se celebra este primer domingo de septiembre.
El Prelado señaló que esta fecha es una oportunidad "para reflexionar sobre el drama que viven las personas migrantes", especialmente las familias desintegradas a causa de la migración forzada.
En ese sentido, explicó que las Iglesias de origen y de destino deben acompañar pastoralmente a estas personas, "compartiendo con ellos las riquezas de su fe y de sus tradiciones religiosas".
Asimismo, señaló, la Iglesia también debe denunciar proféticamente los atropellos que sufren frecuentemente los migrantes, y exhortar a los Gobiernos a "lograr una política migratoria que tenga en cuenta los derechos de las personas en movilidad", como la reunificación familiar y su no separación a través de redadas y deportaciones masivas, "como lo hace Estados Unidos y otros países de la región de forma unilateral".
"Los motivo a construir la solidaridad sin fronteras a través de la comunión fraterna, y ser puentes de esperanza en un mundo globalizado en donde se acentúan cada día más las injusticias sociales, las violaciones a los derechos humanos en contra de nuestros hermanos y hermanas migrantes", llamó el Prelado a sacerdotes y agentes pastorales.