ROMA,
El diario Avvenire, de la Conferencia Episcopal Italiana, exigió tras el caso de los mellizos abortados de los cuales uno tenía síndrome de Down, que se revise la ley 194 que permite el mal llamado aborto terapéutico en el país.
En una nota aparecida en esta publicación, se recuerda que "hemos denunciado en esta páginas más de una vez" que "niños afectados por la trisomía 21, es decir síndrome de Down, están siendo eliminados sistemáticamente antes de nacer". "Y más de una vez hemos lamentado como la ley 194 sobre el aborto se ha convertido en una coladera, un texto que en algunas partes ya no se acata, en otras se aplica mal y en otras es simplemente violado", añade.
Cada vez que un episodio como el de los gemelos abortados sale a la luz "se reabre la polémica entre los que están a favor de una ley de aborto y los que no; y el debate ético se pone en marcha. Después de algunos días, todo regresa a como estaba, y aparece la sombra de silencio en la que nos vemos inmersos ante la selección genética encubierta en la libertad de opción de los padres", denuncia el diario.
Para Avvenire, "de este modo estamos aprobando la limpieza étnica que resulta peor que la violencia racista de los gobiernos totalitarios". "Se escriben artículos políticamente correctos sobre el trato a las personas con síndrome de Down, se hacen películas emocionantes con protagonistas que sufren esta aflicción, pero después se cierran los ojos frente a la realidad de una práctica de selección genética que se ha convertido en rutina ordinaria", advierte la nota.
"El Ministerio (de Salud) podría establecer directivas y reglas, definir líneas a seguir, sin tocar la ley. La parte de la 194 que trata sobre la prevención ya no se pone en práctica, y en todos estos años las mujeres que necesitan ayuda para convertirse en madres solo encuentran ayuda en los voluntarios de los centros de ayuda a la vida", anota.
Avvenire también advierte que "la difusión y el desarrollo del diagnóstico prenatal han obnubilado los artículos 6 y 7, redactados originalmente para circunscribir el recurso al aborto terapéutico y excluirlos cuando el niño tiene la posibilidad de sobrevivir autónomamente (es decir a partir de la semana 22)".