SAN ANTONIO,
Al inaugurar la nueva residencia para seminaristas “Arzobispo Flores” del Seminario de la Asunción en San Antonio, en el estado estadounidense de Texas, Mons. José H. Gomez señaló que un obispo no puede vivir sin su seminario.
Ante la presencia del Cardenal Francis George y su predecesor, el Arzobispo Emérito Patrick Flores, Mons. Gomez recordó las palabras del primer obispo canonizado originario de América, San Rafael Guízar y Valencia: “un obispo puede hacer sin la mitra, el báculo, y aún sin la catedral. Pero él no puede hacer sin el seminario, ya que el futuro de su diócesis depende de ello”.
“Creo firmemente en estas palabras, que son una inspiración para mi ministerio”, señaló Mons. Gomez.
“Al inaugurar este bello edificio me pongo humildemente a recordar que el gobierno ateo de México persiguió a San Rafael. Cómo lo obligaron violentamente a cerrar su seminario en Xalpa en 1921. Este santo obispo arriesgó su vida para establecer uno nuevo ‘en las catacumbas’ en Ciudad de México. Durante los siguientes 15 años, fue el único seminario del país. Él ayudó a formar a más de 300 sacerdotes. Y a través de sus sacrificios y ministerio ayudaron a mantener la fe viva en un tiempo muy oscuro”, agregó el Arzobispo de San Antonio.
El Prelado reconoció que “la fe no es perseguida en nuestro país”; pero advirtió que “la fe se ve seriamente amenazada por la creciente indiferencia en nuestra sociedad a los valores espirituales”. “Nuestra cultura ya no comprende los valores del Evangelio. Y eso significa que no puede comprender el supremo don del sacerdocio”.
“Es triste decirlo, pero en nuestra cultura simplemente no tiene sentido que un hombre brillante y talentoso quiera dejar atrás la promesa de una profesión y una familia para dedicar su vida a Jesucristo”, agregó el Arzobispo, al señalar que el Seminario de la Asunción “es un signo de contradicción en nuestra cultura a la vez que un gran signo de esperanza”.