LIMA,
El Arzobispo de Lima, Cardenal Juan Luis Cipriani, recordó que "a todos nos compete custodiar esta perla preciosa que es el sacerdote en la Iglesia", al ordenar a dos nuevos presbíteros del Sodalitium Christianae Vitae.
El Purpurado alentó a los nuevos sacerdotes a la fidelidad, recordó que "el gran enemigo de la Iglesia es el sacerdote tibio" e invitó a los nuevos presbíteros a una entrega constante.
"El sacerdote no se encuentra a sí mismo mientras no se entrega del todo. El sacerdote es santo, o hace daño", sostuvo el Arzobispo y alentó a los nuevos sacerdotes a buscar la santidad "a toda hora".
El Purpurado explicó que "amar quiere decir aprender a conocer a Cristo. Esta escuela de la fe, esta escuela del amor de Cristo, nos debe hacer a los sacerdotes más humanos. Quien ama a Dios se vuelca de manera necesaria para ser amigo de Dios, de los hombres". "No se puede decir nunca 'basta' para el amor, para un amor de Dios que ha muerto en la Cruz", recordó y pidió renovar su amor a la Virgen.
El Cardenal Cipriani ordenó a los diáconos Miguel Coquelet, de nacionalidad peruana, y Alexandre Arosa, de nacionalidad brasilera, ante cientos de miembros de la Familia Sodálite, familiares de los ordenandos, e integrantes de diversas congregaciones religiosas.
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