MANAGUA,
La Red de Mujeres Contra la Violencia, que en el año 2003 orquestó el aborto de “Rosita”, una niña violada y embarazada a los 9 años de edad, reconoció que supo del nuevo embarazo de la menor pero no sospechó de su padrastro porque éste “engañó a todos”.
La menor, hoy con 14 años de edad, tiene una hija de 19 meses producto de una nueva violación, y desde hace dos semanas su paradero es conocido solo por las feministas. Su madre, María de los Santos Esquivel, espero varios años para denunciar a su conviviente, Francisco Fletes Sánchez, pro abusar sexualmente de su hija y lo señaló ante las autoridades como el padre de la bebé de “Rosita”.
Según informó El Nuevo Diario (END), “el agresor de ‘Rosita’ siempre estuvo cerca de la Red de Mujeres Contra la Violencia, y nunca, según ellas, sospecharon que agredía sexualmente a la niña. El abusador, incluso, entraba y salía de las sedes de las organizaciones y siempre les decía que la niña y la madre estaban bien, alejadas de ‘los ruidos’ que alteraron el curso de sus vidas hace cuatro años”.
“Claro que manteníamos contacto”, indicó la integrante de la Red, Marta María Blandón, a END. La feminista reconoció que Fletes Sánchez estuvo en sus oficinas dos semanas antes de la denuncia presentada ante la Comisaría de la Mujer de Masaya. Para Blandón, “era imposible imaginar lo que estaba pasando”.
Blandón admitió que supieron del nuevo embarazo de la niña “sin espasmo” y creyeron la versión inicial de la familia que indicó a un compañero de escuela como padre de la bebé. “Es que no teníamos por qué dudar, si los padres no se alarmaron”, explica Blandón.
La vocera de la Red, Jamilet Mejía, agregó a END que la familia de “Rosita” había pedido que los organismos se distanciaran para que pudieran “llevar una vida normal”. “Ellos (la familia de ‘Rosita’) están agotados, recuerde que estuvo expuesta a los medios y dijeron hasta aquí. Se fueron alejando, era algo que debíamos respetar”, sostuvo Mejía.