MANAGUA,
El secreto mejor guardado de la organización Red de Mujeres contra la Violencia salió hoy a la luz: "Rosita", la niña de 9 años violada que fue sometida a un aborto en el año 2003, sufrió una segunda violación y resultó embarazada presuntamente de su padrastro, el mismo hombre que recorrió el país con este grupo feminista para promover el aborto legal.
"Rosita" es hasta ahora usada por las feministas como símbolo para promover el aborto legal en Centroamérica. En el año 2002 fue violada en Costa Rica, donde vivía con su madre y su padrastro, aunque la niña identificó entonces a un vecino como su violador, éste salió libre por falta de pruebas y el dramático giro de su historia plantea nuevas preguntas: ¿El verdadero culpable estuvo siempre bajo su mismo techo? ¿Tenían las feministas indicios para sospecharlo?
La niña fue sometida a principios de 2003 a un aborto en Managua orquestado por las feministas, que defendieron la urgencia de este procedimiento para que "Rosita" siguiera con su "vida normal". Las feministas desconocieron la decisión de la Ministra de Salud y obviaron las recomendaciones de los médicos que examinaron a la menor y concluyeron que lo más recomendable era que siguiera con su embarazo y diera a luz.
Un mes después del aborto, las feministas, su madre y el padrastro presunto violador aseguraron "que la niña había vuelto a sus muñecas y que era feliz de nuevo".
Sin embargo, El Nuevo Diario (END) reveló en su edición de hoy que con 14 años de edad, "Rosita" tiene una hija de 19 meses engendrada en una nueva violación. "Su agresor siempre estuvo en casa y supuestamente su madre lo consintió, al extremo que la víctima ahora vive oculta en un albergue, junto a su hija", informó END.