El primer obispo episcopaliano abiertamente homosexual aseguró que la iglesia anglicana “cerraría” de no ser por su clero gay y reclamó mayor reconocimiento para este grupo.
La ordenación de Gene Robinson como obispo episcopaliano de New Hampshire (Estados Unidos) fracturó severamente la comunidad anglicana mundial, de la que forman parte los episcopalianos. Robinson aclaró a la publicación The Times de Londres que lamenta que la iglesia anglicana no sea honesta sobre el número de sacerdotes homosexuales que la integran.
“Si todos los gays dejaran de asistir a la iglesia en domingo, la iglesia de Inglaterra cerraría… me parece poco honesto no admitirlo”, agregó Robinson.
Según el obispo episcopaliano, hay muchos sacerdotes anglicanos que viven con sus “parejas” con el pleno conocimiento de sus obispos, pero éstos les han advertido no hacer públicas estas relaciones. Como se sabe, Robinson se divorció de su esposa y dejó a sus hijos para mudarse con otro hombre, con quien convive actualmente.
Robinson asegura que la iglesia anglicana ha ordenado sacerdotes homosexuales desde hace “muchos años” y debería admitir que el clero gay no es un asunto “estadounidense”.
El líder episcopaliano criticó también las propuestas para sancionar a la iglesia episcopaliana por haberlo ordenado a pesar de su homosexualidad activa. "Toda noción de castigo va en contra en la tradición anglicana, posicionando a una especia de curia centralizada que tiene la capacidad de hacer algo así, es lo más no-anglicano que uno puede imaginar. Después de todo, nuestra iglesia se fundó como resistencia a la autoridad centralizada en Roma”, indicó.