BUENOS AIRES,
El Arzobispo de Corrientes, Mons. Domingo Salvador Castagna, advirtió en una reciente reflexión que “siempre existió el pecado, desde que se cometió el primero” pero no se lo distorsionó ni recalificó como ahora “llamándolo a iniciar una nueva moral sin normas ni principios”.
El Prelado recordó que en “un mundo descarado e irrespetuoso para el que no hay familia, religión y pureza que valga” se construye una “cultura de la distorsión que propone anti-valores” a los niños, jóvenes y la población humilde “como si fueran los nuevos valores del progreso y la modernidad”.
Luego de indicar que “la oración, como Jesús la enseña, es tenida en poco o en nada por esta desasosegada generación”, Mons. Castagna aseguró que “los hombres buscan y pretenden lo que les interesa caprichosamente, no lo que les conviene de verdad” por eso incluso “los más creyentes, se disgustan con Dios cuando sus reclamos no son correspondidos como pretenden que lo sean”.
“¿Es así el progreso?” cuestionó el Arzobispo de Corrientes. Aunque “las mejores mentes se ocupan con particular empeño en señalar el peligro y en ofrecer pistas adecuadas de ascenso y descenso, entre ellas los pastores de la Iglesia” existen “otras voces que intentan desacreditarlas con el secreto propósito de imponer otros sistemas, sostenedores de un comportamiento adverso a la fe y a la moral cristianas”, explicó.
“Los modernos fariseos ponen zancadillas al paso de la buena gente, creando divisiones, inventando falacias, ultrajando la buena fe y tildando de embusteros a los mejores hombres y mujeres” puntualizó el Prelado.
es conveniente acudir al silencio y a la oración