SANTIAGO,
En el marco de las conversaciones facilitadas por la Iglesia Católica en Chile, las autoridades de la estatal Corporación del Cobre (CODELCO) y los dirigentes nacionales de la Confederación de Trabajadores del Cobre, establecieron un principio de acuerdo para poner fin a la huelga que ha paralizado al sector más de un mes.
En una declaración titulada "Una buena señal para Chile", el Obispo de Rancagua y Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, Mons. Alejandro Goic, agradeció ayer por la tarde la confianza que ambas partes depositaron en la Iglesia y llamó a los trabajadores a reiniciar sus actividades laborales a la brevedad, y a las empresas a promover relaciones normales de diálogo con sus trabajadores.
La huelga del cobre en Chile lleva ya 37 días y ha significado hasta el momento pérdidas que superan los 40 millones de dólares, según cifras entregadas por la misma compañía cuprífera.
"Si bien no satisface en su totalidad las demandas originales de los trabajadores, sus términos significan un avance, el que se ha logrado gracias a la buena voluntad de ambas partes, actitud que agradecemos y valoramos", señala la nota que precisa que corresponderá a las partes proporcionar los detalles del acuerdo.
El presidente del organismo episcopal exhorta a los empresarios y trabajadores a "restablecer las necesarias confianzas para mantener canales de diálogo permanentes que garanticen el cumplimiento de los acuerdos propuestos y la colaboración de todos por el bien de la empresa, sus trabajadores y familias".
Finalmente, el Obispo apunta que este conflicto ha puesto a los chilenos frente a desafíos de fondo que reclaman ser abordados y manifiesta que la Iglesia seguirá trabajando por el bien común de la sociedad.