MADRID,
El Obispo de Tarazona, Mons. Demetrio Fernández, señaló que el fondo de la controvertida asignatura Educación para la Ciudadanía (EpC) "es una concepción laicista de la vida, en donde la religión y Dios son un estorbo, y hay que eliminarlos".
En un artículo publicado en el Boletín del Colegio Diocesano Sagrada Familia de Tarazona, el Prelado resalta que "la Iglesia dice y repite continuamente que son los padres los primeros responsables de la educación de sus hijos, y que nadie puede pretender esa educación en contra del parecer de los padres, y menos aún, una educación en contra de los padres mismos. Por ejemplo, la religión no es obligatoria para nadie; la elige el que quiere".
"Sin embargo, EpC será obligatoria para todos. Y EpC pretende transmitir una valoración del mundo y del hombre sin Dios, será obligatorio pensar como piensa el gobierno y el Parlamento de turno, y hay que tragarse la ideología de género, lo quieras o no", denuncia.
Tras precisar que una educación "para la ciudadanía es algo que todos deseamos", el Obispo de Tarazona destacó que la polémica con la EpC se ha desatado en España porque "se pretende un adoctrinamiento moral, según la ética del gobierno de turno, que en este momento es radicalmente laicista, queriendo imponer a todos esta visión. Si la fe no se impone, sino que se propone, pedimos que una visión laicista y atea de la vida no se imponga a nadie, y menos en las aulas".
"No podemos permanecer pasivos. Los padres deben moverse y conocer de qué se trata. La Conferencia Episcopal Española ha hecho pública su postura en tres ocasiones durante el último año. Y señala que se trata de un atropello a la libertad, que la asignatura debe desaparecer, o al menos dejarla optativa", alienta el Prelado.
Ante la obligatoriedad de la EpC, "los obispos señalan que los padres pueden recurrir a todos los medios que una convivencia democrática concede, como son la objeción de conciencia, la huelga, el recurso a los tribunales, etc. Los obispos abogan por la libertad, y el gobierno en este tema está por la obligación", finaliza Mons. Fernández.