MADRID,
En declaraciones al semanario Alba, Inger Enkvist, asesora del ministerio de Educación de Suecia, consideró "cínico" que España copie un modelo psicopedagógico que ha demostrado ya su fracaso. La ausencia del esfuerzo, el déficit de autoridad y la precariedad de los contenidos saldrá muy cara. El contribuyente pagará y los únicos ganadores serán "los psicopedagogos enchufados al presupuesto".
Enkvist lleva décadas estudiando el proceso de decadencia de la escuela pública europea y considera que el deterioro de la educación es causa del "constructivismo", que es un "proceso asumido por la mayoría de los modelos educativos europeos. Se basa en que sólo es verdad aquello que construimos por nosotros mismos, destruyendo de esta manera la tradición y el conocimiento acumulado por generaciones anteriores. El constructivismo enseña que el niño debe de conocer la verdad por sí mismo".
Para la experta, "siempre hace falta que el maestro conduzca al alumno hacia la verdad. Los constructivistas se preocupan mucho del procedimiento de la enseñanza, pero muy poco de los contenidos".
Según Enkvist, "una educación en la que no se prima el esfuerzo sino sólo que los niños estén contentos y se dediquen a jugar y a trabajar en equipo a decir lo que les parece, ha demostrado ya su fracaso. Y eso afianza el poder de los psicopedagogos que han diseñado este sistema educativo y que mantienen una red de intereses creados tejida alrededor de la administración educativa y financiada con dinero público".
"Ese constructivismo genera adolescentes adultos que lo quieren todo para ya. Sí, es una especie de generación del 68 permanente. Pero claro, en la vida casi nada es inmediato, la mayoría de los frutos se producen después de un tiempo de esfuerzo y eso inhabilita de alguna forma para la vida porque se confunde el deseo con la realidad. Ellos terminan creyendo que si quieren que algo sea cierto, la realidad se terminará moldeando a sus deseos", agrega.
Para la experta, "el problema no es de recursos, sino del mismo sistema. Y quizás el sistema funcionaria mejor con menores recursos. En países de Asia, que trabajan con libros mal editados, 50 niños en clase y profesores no bien pagados, están obteniendo unos resultados magníficos".