ROMA,
El diario La Repubblica reprodujo la sorpresiva invitación del Vicepresidente de la Asociación Patriótica Católica China, Liu Bainian, al Papa Benedicto XVI para que visite su país. El Santo Padre ha optado por no comentar el asunto con los periodistas, debido a su complejidad.
El funcionario comentó con el diario la reciente carta papal a los católicos chinos y dijo que quería usar esta entrevista como una oportunidad para enviar al Papa las oraciones de su organización y una invitación para que los visite.
Bainian declaró al diario que espera “con todas mis fuerzas poder ver un día al Papa en Pekín y que celebre Misa para nosotros” y “rezan por el Papa para que un día se le pueda acoger en el país”.
El Vaticano y China no mantienen relaciones diplomáticas desde 1951, donde existen entre ocho y doce millones de católicos, muchos pertenecientes a la “Iglesia oficial” controlada por el Gobierno, y la llamada clandestina, que es fiel a la Santa Sede.
Bainian indicó que la “Iglesia oficial” sigue “exactamente” la doctrina de Roma pero “es independiente solo desde el punto de vista político y en la distribución de los recursos económicos”. “Reconocemos la autoridad única del Papa en materia de religión. No existen controversias teológicas”, añadió.
Según el funcionario, “China no puede aceptar que la religión se use para interferir en los asuntos internos. El Gobierno de Pekín no puede consentir que se repita lo que la Iglesia hizo en Polonia”, en referencia al apoyo del Papa Juan Pablo II al sindicato Solidaridad.