ROMA,
La presentación del nuevo proyecto de ley con el que el Gobierno italiano quiere legalizar las parejas de hecho ha suscitado ya las críticas de diversos sectores católicos, al considerar que su aprobación supone un peligro para la familia fundada en el matrimonio.
Bajo el nombre de "Contratos de Uniones Solidarias" (CUS), la nueva propuesta sustituye el anterior proyecto de ley aprobado por el Ejecutivo -"Derechos y Deberes de las Personas Convivientes" (DICO)- y que desencadenó un intenso debate político y social.
Aunque la Iglesia Católica todavía no ha manifestado ningún posicionamiento oficial, algunos cardenales ya han dado a entender que la normativa sigue siendo contraria a la doctrina moral católica.
Así, en declaraciones al diario Corriere della Sera, el Cardenal Ersilio Tonini manifestó su rechazo al proyecto, señalando que igual que el DICO, contiene numerosos "aspectos negativos". No obstante, consideró que el CUS sería algo mejor al intentar "reducir la cuestión al derecho privado".
Por su parte, el Cardenal español Julián Herranz consideró que "cualquier cosa que pueda crear una nueva especie de familia diversa de aquella que está fundamentada en el matrimonio no es deseable" y añadió que, en realidad, "defender la familia fundada en el matrimonio y su unión estable" no es más que buscar "el bien común".
Asimismo, el diario católico Avvenire criticaba en un reciente editorial el "afán de copiar el matrimonio". "Que nadie se engañe, cambian los acrónimos y cambia aparentemente el planteamiento formal, pero lamentablemente no mejora la sustancia", proseguía, dejando claro que el CUS no es más que una "fotocopia" del DICO, que fue ampliamente criticado y combatido por los obispos italianos y asociaciones católicas hace pocos meses.