LIMA,
El Vicepresidente de la Pontificia Comisión para América Latina, Mons. Octavio Ruiz, presidió en Lima la Eucaristía de acción de gracias por el décimo aniversario de la aprobación pontificia del Sodalitium Christianae Vitae (SCV).
En su homilía Mons. Ruiz destacó la labor de los miembros del SCV al servicio de la evangelización y señaló que el aniversario es "un acontecimiento que llena de gozo no sólo a los miembros del Sodalitium y de la Familia Sodálite, sino a la Iglesia toda que, desde hace ya más de 35 años, se enriqueció con el surgimiento de esta comunidad que ha contribuido grandemente a una renovada y fiel difusión del Evangelio".
Recordando las palabras del Cardenal Juan Landázuri, quien fuera Arzobispo de Lima cuando se fundó el Sodalicio, Mons. Ruiz consideró a esta sociedad "un signo inequívoco de la acción del Divino Espíritu". "Ha sido un don de Dios, adecuado a las actuales circunstancias en las que vive la Iglesia en nuestro Continente, la presencia y el testimonio fiel y firme de quienes se han unido a esta Sociedad de Vida Apostólica", indicó.
El Arzobispo señaló que "bien conocemos todos su espíritu de vida compartida en el amor, como signo de comunión eclesial de todos sus miembros, que los lleva a poner en práctica permanentemente el mandamiento nuevo, para asemejarse cada vez más a Cristo el Señor, de cuyo corazón brota la expresión más plena de la misericordia del Padre, y dejarse configurar por la gracia divina en el amor".
Mons. Ruiz subrayó que los miembros del SCV "en su actuar apostólico, han tenido el deseo permanente de vivir en una estrecha comunión con el Sucesor de Pedro, a quien han prestado muchos e invaluables servicios, como expresión de su espiritualidad de comunión".
Al final, el Arzobispo alentó a los miembros del SCV y la Familia Sodálite a "transparentar a Cristo por medio de su testimonio de amor. Y que su cariño filial a la Santísima Virgen María, en la advocación de Nuestra Señora de la Reconciliación, sea prenda de bendición y de fecunda labor apostólica".