BOGOTÁ,
El Presidente de la Conferencia Episcopal Colombiana (CEC), Mons. Luis Augusto Castro Quiroga, reafirmó la voluntad de la Iglesia de seguir colaborando para lograr la paz en Colombia y señaló que el país entero debe ponerse de pie para exigir la libertad de todos los secuestrados.
"La muerte de los once diputados del Valle pesa en la conciencia de los colombianos. Todos pudimos hacer mucho más para que regresaran vivos. La insistencia en un Acuerdo Humanitario no fue escuchada. Fuimos inferiores en este esfuerzo. Permitimos que murieran sin libertades y lejos de sus familias sufriendo enfermedades, hambre y desprotección", expresó el Prelado en la inauguración de la 83º Asamblea Plenaria de la CEC.
Mons. Castro transmitió la solidaridad del Episcopado para con las viudas y huérfanos de los parlamentarios e indicó que "la nación entera debe ponerse de pie frente a la tragedia del secuestro y exigir la libertad de todos los que están injustamente privados de ella". Recordó que "por encima de la vida no puede existir ninguna consideración".
El también Arzobispo de Tunja señaló que "la paz no es un elemento opcional dentro de la vida cristiana" sino que es "elemento constitutivo"; por ello, destacó el trabajo silencioso que sacerdotes, religiosos y laicos realizan "en todos los rincones del país asumiendo día a día el acompañamiento de sus comunidades en medio de la confrontación armada".
"La primera y fundamental apuesta de la Iglesia por la paz está allí, en las personas, presentes en barrios, municipios, comunas y veredas, porque la paz cobra sentido en la transformación misma de la persona humana", afirmó.
Asimismo, recordó las intervenciones del Episcopado en los procesos de paz con los diversos grupos armados. El último, con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y la acogida cristiana al miembro de la guerrilla, Rodrigo Granda, por requerimiento de él mismo y del Gobierno.