MADRID,
El Obispo de Ávila, Mons. Jesús García Burillo, indicó que la identidad de la Educación Religiosa Escolar (ERE) es "un derecho, es un deber y es un don de Dios" y que algunos la nieguen "tiene como base el desconocimiento" de su identidad.
Al señalar las "dificultades por las que pasa la enseñanza de la religión en la escuela", el Prelado explicó que la ERE es "la más indicada en el servicio al crecimiento interior de la persona" pues "enseña a aprender a ser persona solidaria, fraterna, justa, pacífica y entregada a la mejora de la humanidad que Dios nos ha confiado".
Mons. García señaló que la "enseñanza de la religión en la escuela es un derecho" y que su exclusión "vulneraría la libertad religiosa" y "el derecho de los padres a que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus convicciones".
Tras precisar que la ERE es un deber, el Obispo subrayó que en la "Doctrina Social de la Iglesia se recuerda la obligación de exigir lo necesario al sistema educativo para la educación de la conciencia moral de la persona, que hace a todo hombre capaz de juzgar y de discernir los modos adecuados para realizarse plenamente como ser humano".
El Prelado dijo que "los padres saben que sus hijos están influenciados por unos contravalores" y que "necesitan el amor del Padre, el perdón y la salvación de su Hijo y la fuerza del Espíritu para vencer el mal, el pecado y la muerte" además de "respuestas a sus grandes preguntas y no sólo un discurso meramente racional, sino un mensaje de salvación eterna que satisfaga plenamente todas las expectativas del ser humano".
"Es muy necesario hacer ver a la sociedad y a la comunidad educativa las contribuciones educativas de la ERE en sintonía con las finalidades de la escuela" y añadió que "la enseñanza de la religión desarrolla todas las capacidades del alumno y específicamente la capacidad de trascendencia".