CARACAS,
El Arzobispo de Mérida, Mons. Baltazar Porras Cardozo, dijo que el mensaje de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) que pide no satanizar las protestas estudiantiles se debe a la inquietud "no sólo nuestra, sino de toda la población venezolana por la manipulación burda ideológica que se está realizando, queriendo ver en toda manifestación un complot organizado y pagado desde el exterior".
El también Presidente de la Comisión de Medios y Cultura de la CEV sostuvo que esa actitud lo único que hace es "romper la credibilidad y el sentido ético que debe tener cualquier devenir de la sociedad". "Si una sociedad quiere ser democrática y llamarse democrática tiene que dar espacios a la disensión y la manifestación; y no sólo eso, sino que tiene que existir la posibilidad de que se lleguen a conclusiones en las cuales los pedimentos sean atendidos", añadió.
Al referirse al caso del estudiante Nixon Moreno, acusado de una serie de actos delictivos y protestar contra el Gobierno, y que finalmente fue acogido por la Nunciatura Apostólica en Venezuela; el Prelado manifestó que todo fue un "gran show que se montó al estudiante, que ahora tiene que estar bajo el refugio y cobijo de la Iglesia para defender su vida".
"Esto tiene que ser un llamado a toda la sociedad venezolana y a las propias autoridades para que vean que nada se puede imponer y que la libertad no se puede hipotecar", subrayó.
En cuanto a la amenaza contra el líder estudiantil de la Universidad Católica Andrés Bello, John Goicochea, y su padre, Mons. Porras indicó que "esto lo que pone en evidencia una vez más es una forma de actuar recurrente de este gobierno: hay que buscar cómo amedrentar, descalificar".
"A la Iglesia se le trata de sacar escándalos simplemente para descalificar, hay que responder a estas formas que son fascistas, no tienen otro calificativo es descalificar a las personas, a las familias", señaló.