VATICANO,
A las 10 de la mañana (hora local), el Papa Benedicto XVI celebró la Santa Misa en la Plaza de San Pedro con ocasión de la Canonización de los Beatos: Giorgio Preca (1880-1962), presbítero, fundador de la Societas Doctrinæ Christianæ; Simone da Lipnica (1435 ca.-1482), presbitero, Karel van Sint Andries Houben (1821-1893), presbítero; y de Marie Eugénie de Jésus Milleret (1817-1898) y en su homilía exhortó a los presentes a ver en los santos, amigos y testigos de Jesús, la obra maestra del Padre.
“La Sabiduría de Dios se manifiesta en el cosmos, en la variedad y belleza de sus elementos, pero sus obras de arte son los santos”, dijo el Pontífice al iniciar su homilía y bajo una persistente lluvia.
El Pontífice señaló a los fieles presentes, refugiados bajo un mar de paraguas, que “Dios Padre continúa manifestado su designio de amor mediante los santos: El Espíritu de verdad revela el designio de Dios en la multiplicidad de los elementos del cosmos y lo hace sobre todo mediante las personas, y en modo especial mediante los santos”.
El Papa destacó que “cada uno de los santos participa en la riqueza de Cristo, tomada del Padre y comunicada en el momento oportuno. Es siempre la misma santidad de Jesús, es siempre Él, el “Santo”, que el Espíritu plasma en las “almas santas”, formando amigos de Jesús y testigos de su santidad.
Seguidamente recordó el Beato Giorgio Preca, quien fuera “un amigo de Jesús y testigo de la santidad que viene de Él. Fue un sacerdote dedicado totalmente a la evangelización: con la predicación, con los escritos, con la guía espiritual y la administración de los Sacramentos y sobre todo con el ejemplo de su vida”.
A continuación recordó la figura del franciscano menor, el Beato Simone da Lipnica, como un “testigo de Cristo y seguidor de la espiritualidad de San Francisco de Asís”. “Lleno de la misericordia que tomaba de la Eucaristía, no dudo en llevar ayuda a los enfermos de peste, contrayendo también él aquella enfermedad que lo condujo a la muerte”.