DENVER,
El Arzobispo de Denver, Mons. Charles Chaput, pidió no conducir el problema migratorio con insultos y fanatismos porque eso es lo menos que se necesita, e indicó que la propuesta presentada en el Senado, aunque no es perfecta, es un camino prometedor que debe ser apoyado.
“Si conducimos el debate migratorio en una forma estúpida y fanática, tendremos leyes que respondan a esos mismos adjetivos”, advirtió en un artículo. Explicó que más que ataques verbales o medidas duras poco prácticas, lo fundamental es un compromiso inteligente y realista.
En ese sentido, recordó que en sus diez años como Arzobispo de Denver ha recibido innumerables comentarios desquiciados y vengativos sobre la inmigración. En uno de estos le advierten: “Hay un lugar especial en el infierno para usted. (Obscenidad) a usted y a su iglesia ilegal y de ‘espaldas mojadas’”.
Ante ello, expresó que “la parte de mi herencia que es nativo-americana , tengo sangre de los indios Potawatomi por parte de mi difunta madre, está siempre tentada a responder que la ‘inmigración ilegal’ tiene una larga y embarazosa tradición en este país. Pero eso no conseguiría nada. Los insultos, las exageraciones y la radicalización de posturas son exactamente lo contrario de lo que necesitamos para resolver los problemas migratorios de nuestro país”.
Ley de reforma migratoria
Mons. Chaput afirmó que los estadounidenses tenemos derecho de preocuparnos por la seguridad pública, el trabajo, el respeto a la ley y la solvencia de nuestras instituciones públicas. Sin embargo, esta preocupación legítima debe ir a la par con otras preocupaciones también legítimas, como la realidad de millones de trabajadores honestos, pero sin documentos, que “viven ya entre nosotros y contribuyen a la vida de los Estados Unidos”.