El ex Presidente Carlos Salinas de Gortari, en cuyo periodo se asesinó al entonces Arzobispo de Guadalajara, Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, quiere entrevistarse con el Papa Benedicto XVI para decirle que la muerte del Purpurado no fue un crimen de estado, sino obra de la masonería a través de funcionarios como Fernando Gutiérrez Barrios, su Secretario de Gobernación fallecido el 30 de octubre de 2000.
Según el diario Excelsior, esta información se desprende de dos documentos a los que tuvo acceso y que el Secretario de Estado Vaticano, Cardenal Tarcisio Bertone, solicitó a los abogados de la Arquidiócesis de Guadalajara. Los textos se titulan “Informe Especial”, del 16 de octubre de 2006, e “Informe Especial del Homicidio del Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo”, de mayo de 2007.
En declaraciones al diario, el abogado de la Arquidiócesis, José Antonio Ortega Sánchez, dijo que “la intención que tiene el Vaticano al solicitar estos informes es conocer en qué etapa está la investigación” que el Estado realiza del caso.
Aunque según el informe, el objetivo del ex Presidente es decirle al Pontífice que el asesinato no fue un crimen de Estado, los abogados de la Arquidiócesis sostienen todo lo contrario. Estas sospechas fueron respaldadas en enero pasado por el médico forense Mario Rivas Souza, quien reveló que no se le practicó la autopsia al cadáver por orden escrita de Salinas de Gortari.
“Del avance de la investigación –señala el documento-, se desprende que fue un crimen de Estado y que los involucrados han obstaculizado la investigación y presionado para que no se concluya satisfactoriamente con la verdad”. El texto indica que hubo presiones desde la Presidencia de la República.
Asimismo, el escrito de mayo de 2007 reafirma el interés de Salinas porque no se continúe investigando el crimen, para lo cual intentó entrevistarse con el Presidente Felipe Calderón. Además, el documento de octubre de 2006 indica que el ex mandatario se reunió con el entonces Secretario de Gobernación, Carlos Abascal Carranza, para que no considere el homicidio un crimen de Estado.