SAO PAULO,
Ante más de 60 mil personas que colmaron el Estadio de Pacaembu, el Papa Benedicto XVI lanzó a la juventud católica latinoamericana el gran desafío “de evangelizar a los jóvenes y a las jóvenes que andan errantes por este mundo, como ovejas sin pastor” con libertad, responsabilidad, preparación humana y vida espiritual.
El Santo Padre ofreció una profunda catequesis sobre el pasaje del joven rico que aparece en el Evangelio de San Mateo, la misma que fue interrumpida en muchas ocasiones por los aplausos y vivas del público. El Papa dijo ver en el joven rico del Evangelio a “todos vosotros, jóvenes de Brasil y de América Latina. Vinisteis corriendo de diversas regiones de este Continente para nuestro encuentro; queréis oír, por la voz del Papa, las palabras del propio Jesús”.
Tras recordar que solo Cristo da sentido a la vida, aseguró que los “jóvenes de la Iglesia” deben ser “los apóstoles de los jóvenes, invítenlos a que vengan con vosotros, a que hagan la misma experiencia de fe, de esperanza y de amor; se encuentren con Jesús, para que se sientan realmente amados, acogidos, con plena posibilidad de realizarse. Que también ellos y ellas descubran los caminos seguros de los Mandamientos y por ellos lleguen hasta Dios”.
“Muchas veces sentimos temblar nuestros corazones de pastores, constatando la situación de nuestro tiempo. Oímos hablar de los miedos de la juventud de hoy. Nos revelan un enorme déficit de esperanza: miedo de morir, en un momento en que la vida se está abriendo y busca encontrar el propio camino de realización; miedo de sobrar, por no descubrir el sentido de la vida; y miedo de quedar desconectado delante de la deslumbrante rapidez de los acontecimientos y de las comunicaciones”, confesó el Pontífice.
“Registramos el alto índice de muertes entre los jóvenes, la amenaza de la violencia, la deplorable proliferación de las drogas que sacude hasta la raíz más profunda a la juventud de hoy, se habla por eso, a menudo de una juventud perdida. Pero mirándoos a vosotros, jóvenes aquí presentes, que irradiáis alegría y entusiasmo, asumo la mirada de Jesús: una mirada de amor y confianza, en la certeza de que vosotros encontrasteis el verdadero camino”, expresó.