MADRID,
El Arzobispo de Pamplona-Tudela, Mons. Fernando Sebastián Aguilar, desmintió una vez más las versiones periodísticas que lo acusan de apoyar a ciertos partidos políticos y reiteró que “nunca he recomendado el voto a ningún partido. Ni apoyaría nunca a ninguna organización que no respetase claramente la libertad y los derechos de la persona y de la sociedad”.
“Quienes dan otro significado a mis palabras, o no han leído mi texto o lo están interpretando con muy poco acierto”, expresó el Prelado, refiriéndose a la conferencia que ofreció en marzo pasado.
A través de un comunicado, Mons. Sebastián recordó que en aquella ocasión afirmó que “en la situación actual los católicos no encontramos ningún partido que nos resulte cómodo porque ninguno asume la doctrina social de la Iglesia en su totalidad”.
“Hay algunos partidos que quieren recoger íntegramente la doctrina social católica, pero tienen un valor meramente testimonial. Esta mención está incluida no en el apartado que se refiere al voto, sino en el siguiente, referido a los criterios morales que deben tener en cuenta los cristianos para participar en partidos no confesionales. Quede claro que, para mí, como lo he escrito muchas veces, la moral social católica implica siempre el pleno respeto a la libertad y a los derechos de la persona y de la sociedad”, expresó.
El Prelado también recordó que “la Iglesia no pide ni recomienda partidos confesionales”, sino que respeten la moral natural, fundada en la recta razón, “y que podrían ser apoyados por muchos ciudadanos, católicos y no católicos, religiosos y no religiosos”. Explicó que en el caso de no existir, “nos vemos obligados a votar al partido que nos parece menos malo, teniendo en cuenta los aspectos morales”.
Asimismo, señaló que en su breve instrucción titulada “Votar en conciencia”, tampoco recomendó “el voto a favor de un partido determinado”, sino que explicó que cada persona debe “elaborar su propia decisión”, teniendo en cuenta “importantes aspectos morales implicados en los diversos proyectos políticos. No todos son iguales desde el punto de vista moral”.